Espejo rectangular tradicional Marroquí, hecho a mano, en madera, con la técnica artesanal taracea, con incrustaciones de hueso. La técnica de incrustación es una forma de arte milenaria que requiere habilidad y tiempo para llevarla a cabo. Cada artesano puede tardar varias semanas en elaborar estas piezas mediante el uso de hueso de animales que se moldean a cortando, triturando y aserrando a mano cada pieza para adaptarla a un diseño específico. La resina coloreada se aplica con llana sobre toda la superficie. La resina y el hueso se lijan hasta que quede suave y luego se pulen para darle el toque final. Este proceso y los materiales naturales dan a cada pieza una personalidad distintiva.