Plato Marroquí verde, tallado y pintado a mano con figuras típicas de arabescos. Cocido dos veces en un horno para reforzar la fuerza y el color. Cada plato lleva consigo el sello del artesano que lo trabajo, por lo que no hay dos platos iguales. Puede usarse como plato de presentación, frutero o simplemente como un hermoso adorno decorativo en su mesa o pared. En Marruecos y otros países mediterráneos, este plato también se utiliza tradicionalmente como decoración de paredes (utilizando los agujeros en la parte inferior del plato y alguna cuerda).